Tiempo. Dos meses.

Hace dos meses recibí una noticia horrible. Una persona que me había acompañado en lo que peor nos hace, el tiempo pasar, como nos hace mierda el presente,...había muerto. Sinceramente no sabía como sentirme. Llorar, reír, deprimirme, seguir adelante. No sabía. Solamente supe que todo lo que seguía era malo. Todo iba a estar mal. Cualquier cosa mínima que se interponga en mi camino iba a estar mal. Y así fue. Cada día que pasaba me sentía peor. No tenía hambre. Mis ojeras eran gigantes. Solamente quería llorar en mi cama, no existir. Quería que el mundo se pausara hasta tener las fuerzas suficientes para seguir con todo. Porque mientras algunos dejan de vivir, ahí es cuando te das cuenta que vos lo vas a recordar. Que ellos no están. Que dentro de uno, dos, tres, quizá cuatro años vas a seguir recordándolo como si hubiera sido ayer. Pero ellos no están. Yo hoy tengo 16 años, pero cuando tengo más, y tenga mi familia, mi trabajo, mi otra vida, esto no va a olvidarse. Si va a quedar atrás, pero esto pasó, y lo voy a seguir recordando. Me va a seguir haciendo mal. Y ahí, cuando pensas eso, tenes ganas de morirte también. Pero cuando decís "Me quiero morir" muchas veces no querés decir eso. Sino que queres estar en paz, sin nadie, a oscuras llorando. Olvidar todo, y si bien nuestra mente humana no puede olvidar del todo, si que se puede pensar en algo más. Pero eso se hace cuando uno esta solo, sin los demás.
La pregunta más grande, y por siempre va a ser "¿Cuando voy a estar bien?" Yo hasta el día de hoy no pude encontrar su respuesta. Mañana sera mi día? Mañana lo olvidare? No creo. Por otro lado, me parece patético esa gente que quiere tener algo latente todo el tiempo, pero yo a veces quiero recordar, otras olvidar. Y más me doy cuenta, que cuando el colegio y tener mi habitación ordenada son mis obligaciones, mas me asusta el mundo que se me viene encima. Esto va a pasar. Algún día va a morir mi abuela, mi mamá, mi tio, mi tia, mis hermanas, todos moriremos algún día. Y quisiera aprender que es lo que sigue. Después del dolor. Después de esto que se siente y a la vez es tan horrible. Es como un tatuaje en el medio del corazón que no se puede olvidar ni sacar de encima.